Hoy te damos nuestra opinión acerca de una de las preguntas que enfrenta a los más cafeteros ¿café con o sin azúcar?
Si estás leyendo este post es porque, probablemente te has planteado alguna vez empezar a tomar el café sin azúcar,( y si ya lo haces, ¡enhorabuena!).
El azúcar blanco, refinado, se ha convertido en compañero inseparable de la taza de café en un bar, raramente es de caña o stevia y con frecuencia, sustituido por edulcorantes como la sacarina.
Para empezar, se «disfraza» el sabor, con lo que es más difícil percibir el sabor de una buena taza y, por consiguiente, más difícil también percatarse de la mala calidad del producto.
Los matices de un gran café, como el arábica 100% Cavite se aprecian en mayor intensidad cuando no se añade ningún edulcorante.
Si el café que te sirven es torrefacto, cuenta con una media de un 15% más de azúcar añadido en el proceso.
El café es rico en antioxidantes, y el azúcar es prooxidante, con lo que contraresta este efecto beneficioso.
Por último, y dado que el azúcar está presente, no sólo en postres, sino que también se encuentra en salsas, productos de panadería, etc, cualquier reducción en una dieta excesiva, es buena.
Al principio, para los no iniciados, puede resultar algo brusco el sabor del café sin azúcar, pero con el paso de los días, empiezan a apreciar todos esos matices de fruta, chocolate y café de nuestro café de Colombia, o los aromas a frutos silvestres y frutos secos de nuestro «Blend».
Atrévete a probar y empieza a disfrutar de las más profundas sensaciones que te proporciona el mejor café.
